Justicia del set de televisión
Nuevamente asistimos a la presentación de un proyecto de Ley que busca reducir la edad para el control de identidad. Este proyecto y sus fundamentos nos recuerda la justicia del coliseo, hoy devenida en justicia que emana de los set de televisión y la encuesta emocional, carente de fundamentos, callejera.
El Proyecto, resumidamente, en su esencia propone modificar el control de identidad preventivo, en el cual las policías pueden requerir el carnet de identidad a mayores de 18 años en la vía pública, sin que exista indicio de que estén cometiendo un delito, a menores de edad, cuyas edades estén en el rango de 16 y 18 años.
La iniciativa de los parlamentarios contempla que los procedimientos de consulta de la identidad sean “media hora en el caso de sujetos mayores de 16 años, pero menores de 18 años. Tratándose de estos últimos, no se exigirá la exhibición de documentos y bastará la sola identificación verbal, la que será cotejada con los medios tecnológicos (simcard), donde solo se ingresa el RUT de la persona y se verifica su identidad”.
Si el primer proyecto en el marco de la Agenda Corta Anti delincuencia de 2016, hoy convertido en Ley, fue duramente cuestionado por organismos técnicos especializados, pues entre otras cosas se señaló que fue una forma encubierta de reponer la detención por sospecha, hoy desde académicos como Mauricio Duce, abogado, Presidente de la organización “Espacio Público” hasta organismos como Unicef formulan severas críticas, entre otras que “realizar controles de identidad al grupo atareo indicado, no se ajusta a los estándares internacionales toda vez que éste es un grupo etario vulnerable, frágil y sin las herramientas para evitar actos arbitrarios e ilegales. A esta opinión se sumó el jurista Miguel Soto Piñeiro.
La Unicef, insiste en la crítica ante esta posibilidad. La representante del organismo internacional en Chile, Hai Kyung Jun, dijo que “según el derecho internacional, los niños, niñas y adolescentes deben tener salvaguardas especiales cuando entran en contacto con la justicia en calidad de imputados, víctimas o testigos de un delito. El control preventivo de identidad contraviene los estándares de la Convención sobre los Derechos del Niño al poner a los niños y adolescentes en una posición de ‘posibles’ o ‘eventuales’ infractores de ley, sin la necesidad de haber alegado o probado la ocurrencia de ilícitos”.
Agregó que “el control preventivo de identidad se plantea como una herramienta para prevenir delitos en niños y adolescentes. Sin embargo, la experiencia comparada demuestra que la prevención de los delitos no pasa por el aumento de controles o de penas, sino que por la inversión en políticas sociales donde la educación juega un rol central”.
Es así que una vez más la justicia del Coliseo, del circo populista, pretende regir los destinos de un grupo etario importante y sensible; si esto es así, entonces, démosle derecho a voto.
El Proyecto, resumidamente, en su esencia propone modificar el control de identidad preventivo, en el cual las policías pueden requerir el carnet de identidad a mayores de 18 años en la vía pública, sin que exista indicio de que estén cometiendo un delito, a menores de edad, cuyas edades estén en el rango de 16 y 18 años.
La iniciativa de los parlamentarios contempla que los procedimientos de consulta de la identidad sean “media hora en el caso de sujetos mayores de 16 años, pero menores de 18 años. Tratándose de estos últimos, no se exigirá la exhibición de documentos y bastará la sola identificación verbal, la que será cotejada con los medios tecnológicos (simcard), donde solo se ingresa el RUT de la persona y se verifica su identidad”.
Si el primer proyecto en el marco de la Agenda Corta Anti delincuencia de 2016, hoy convertido en Ley, fue duramente cuestionado por organismos técnicos especializados, pues entre otras cosas se señaló que fue una forma encubierta de reponer la detención por sospecha, hoy desde académicos como Mauricio Duce, abogado, Presidente de la organización “Espacio Público” hasta organismos como Unicef formulan severas críticas, entre otras que “realizar controles de identidad al grupo atareo indicado, no se ajusta a los estándares internacionales toda vez que éste es un grupo etario vulnerable, frágil y sin las herramientas para evitar actos arbitrarios e ilegales. A esta opinión se sumó el jurista Miguel Soto Piñeiro.
La Unicef, insiste en la crítica ante esta posibilidad. La representante del organismo internacional en Chile, Hai Kyung Jun, dijo que “según el derecho internacional, los niños, niñas y adolescentes deben tener salvaguardas especiales cuando entran en contacto con la justicia en calidad de imputados, víctimas o testigos de un delito. El control preventivo de identidad contraviene los estándares de la Convención sobre los Derechos del Niño al poner a los niños y adolescentes en una posición de ‘posibles’ o ‘eventuales’ infractores de ley, sin la necesidad de haber alegado o probado la ocurrencia de ilícitos”.
Agregó que “el control preventivo de identidad se plantea como una herramienta para prevenir delitos en niños y adolescentes. Sin embargo, la experiencia comparada demuestra que la prevención de los delitos no pasa por el aumento de controles o de penas, sino que por la inversión en políticas sociales donde la educación juega un rol central”.
Es así que una vez más la justicia del Coliseo, del circo populista, pretende regir los destinos de un grupo etario importante y sensible; si esto es así, entonces, démosle derecho a voto.
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