La historia de Aysén, su pasado, presente y futuro
Por Hugo Pimentel Sociedad de Historia y Geografía de Aisén
¿Es acaso una utopía decir que nuestra región, joven por cierto, carece de proyección histórica que amerite su estudio y análisis a la luz de sus escasos años de vida; fundamentando su crecimiento y evolución a través de las diferentes corrientes migratorias que han posibilitado su desarrollo humano, sin descuidar su cultura y patrimonio histórico?
Pareciera que sí, dado que se produce un contra sentido difícil de ignorar, al tratar de plasmar las distintas definiciones del sentido de identidad que acuña esta bella sociedad aisenina en el transcurso de sus jóvenes años.
Vemos, por ejemplo, la clara transformación de las distintas culturas que han aportado a esta región, aún hoy, aislada e inhóspita región de Chile. Aquéllas que han cimentado y afianzado una idiosincrasia “Patagona”, que mantiene sus raíces nativas, pero que ha mutado en el tiempo, en el desarrollo de las pequeñas localidades de nuestra región.
Efectivamente, la identidad patagona abarca a todas las comunidades y personas que habitan en distintos sectores rurales, pueblos de la zona continental y litoral. De origen migrante, dicha identidad comenzó a formarse a principios del siglo XX, mezclando en su desarrollo prácticas y saberes de origen oriental/argentino, del centro sur de Chile, de Chiloé y de la propia experiencia de enfrentar la inmensidad del territorio aysenino.
Además, la identidad de Aysén se ha formado por la mezcla de lo patagónico y lo chileno popular, dando forma a un estilo de vida único e irrepetible respecto del resto del país.
Si bien los aiseninos reconocen la migración como origen de dicha identidad, ante todo, reivindican el arraigo al territorio, siempre mediado por el sacrificio de vivir aisladamente del resto del país, en un clima hostil, y sin recursos propios, más allá de los que otorga la tierra.
Es a la vista de estos claros ejemplos de la cultura e idiosincrasia aisenina, que nos motiva como sociedad,a buscar, entre su acervo cultural y patrimonial únicos, las raíces de este claro fenómeno de indiferencia hacia su historia y cultura popular.
Cuántos aiseninos desconocen que los restos de quien fuera en vida «asesor científico» del gobierno chileno, en la preparación para el Laudo Arbitral de 1899-1902 con la República Argentina, el reconocido y destacado geógrafo alemán Frederic Emil Hans Steffen Hoffman, descansan en el cementerio de El Claro, ubicado en el sector rural de nombre homónimo, en la ciudad de Coyhaique, capital regional de Aysén.
Es parte de la historia: su trabajo en la Comisión de Límites con la República Argentina le significó varios años de viajes y expediciones entre 1893 y 1899, reconociendo las hoyas hidrográficas de los ríos Palena y Puelo y de los ríos Manso, Aysén y Cisnes que nacían al oeste de la cordillera de los Andes, pero que por su curso hacia el océano Pacífico debían pertenecer a Chile. Atravesó el istmo de Ofqui y el golfo de Penas, descubriendo el gran río Baker; para pasar por las lagunas Larga, Chacabuco, Juncal y Esmeralda, llegando al extremo occidental del lago Cochrane.
De muestra, un botón: graficar el desconocimiento por parte de una gran mayoría de nuestra población, de quien fuera el gran precursor del desarrollo a través de sus descubrimientos en Aysén.
Es aquí donde convergen las sinceras motivaciones de nuestra Sociedad de Historia y Geografía de Aysén en participar, conjuntamente con la sociedad civil organizada, y los diferentes entes públicos, de dar a conocer, informar, y enseñar nuestro patrimonio cultural en cualquiera de sus disciplinas. Así, podemos gestar una conciencia colectiva que revalorice nuestra cultura Patagona, para brindar un mensaje claro a nuestra comunidad y a todas aquellas personas que visiten esta hermosa región.
El objetivo es sentir y transmitir que en Aysén cuidamos y valoramos nuestra historia.

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