Fijan agosto como plazo definitivo para el retiro de puestos turísticos de costanera de Puerto Río Tranquilo
Enviado por Patricio Segura
Alcalde Marcelo Santana se reunió con la comunidad, llegando a acuerdos específicos que permitirán recuperar la visibilidad del lago y que se realice una operación con menos problemas en el ordenamiento y el manejo de residuos.
Además se dictarán ordenanzas municipales regulatorias, entre ellas una que permita evitar los problemas que hoy suscita actividad de tours al Santuario de la Naturaleza Capillas de Mármol.
“Los puestos de venta de servicios turísticos (“stands”) dejarán de operar en su locación actual y se trasladarán, de acuerdo a una nueva concesión, en una línea perpendicular al borde costero y que será una proyección de la calle Pedro Lagos”.
Con este primer acuerdo, logrado durante una asamblea ampliada sostenida el 20 de abril, se selló el futuro de los más de 30 puestos instalados desde hace algunos años en la costanera de Puerto Río Tranquilo. Infraestructuras que, en opinión de muchos vecinos, han ido desmejorando la imagen de la pujante localidad, paso obligado para quienes visitan el Santuario de la Naturaleza Capillas de Mármol o viajan al sur de la región.
La reunión, dirigida por el alcalde de Río Ibáñez Marcelo Santana, convocó al equipo municipal junto a operadores y prestadores de servicios turísticos, boteros, tripulantes y patrones de nave menor, además de la comunidad. También participaron funcionarios de la Armada y de la dirección de Obras Portuarias (DOP) del MOP.
Desde hace un tiempo la comunidad local ha venido planteando la necesidad de instalar un sector específico para quienes quieran comercializar actividades turísticas durante la temporada, debido a los problemas que la sobre instalación de puestos de todo tipo (servicios turísticos, comida rápida, etc.) ha generado en la costanera. Los propios vecinos se refirieron en la ocasión a los problemas con los desechos y la ausencia de basureros, la pérdida de visibilidad del lago y del paisaje, y la falta de un ordenamiento, ya que están “muy concentrados los servicios que se ofrecen. Se ve mucho mercantilismo, que perjudica al pueblo y prestadores de servicios reciben muy malos comentarios de los turistas”, consigna el acta oficial levantada por el municipio. A esto se agrega que el borde lago, como espacio público, es de uso comunitario, de las familias y niños particularmente, lo que producto de la aglomeración de público por la comercialización turística masiva hoy presenta problemas de aseo.
Es por ello que se determinó que durante los meses de julio y agosto se despejará la zona –posterior a la solicitud de concesión de todo el borde lago por parte del municipio-, trasladándose temporalmente los locatarios a los nuevos y mejorados puestos (desarmables, ya que serían temporales) en el área de prolongación de la calle Pedro Lagos. Estos permanecerán en el lugar hasta que se inicien los trabajos de construcción de la costanera, en un estimado máximo de un año y medio, luego de lo cual se reubicarían definitivamente en sectores concesionados al interior del pueblo. La idea es que el visitante tenga que ingresar a la localidad para contratar servicios, dinamizando la economía local no directamente vinculada el turismo.
“Después de este 15 de julio nosotros vamos a trabajar nuevamente con los grupos de interés ubicados sobre el borde costero, que son las personas que tienen servicios turísticos hacia capillas y hacia el glaciar, para la relocalización con apoyo del municipio, y eso debiéramos hacerlo entre julio y agosto. Para que en septiembre partamos la temporada con los puestos ya relocalizados” confirmó Santana. Luego de eso “vamos a hacer inversiones municipales, evidentemente de un costo bastante menor que hacer una costanera entera, pero para mejorar sin duda el entorno de ese sector” y hasta que se comience la construcción del proyecto definitivo. Se espera que el visto bueno técnico del proyecto se logre a fines de este año.
Además se dictarán ordenanzas municipales regulatorias, entre ellas una que permita evitar los problemas que hoy suscita actividad de tours a las capillas, como los rayados, extracción de rocas y contaminación por la combustión de las lanchas o desperdicios dejados por los visitantes. Asimismo, se espera que se revierta la irregular situación del muelle, un bien de uso público, que ha sido concesionado a un privado.
En una reunión posterior del Concejo Municipal, del 2 de mayo, se refrendaron estas decisiones, acordando que el municipio colaborará con los locatarios para su traslado y que el proyecto de costanera considerará algunos puestos de información turística, de bajo impacto y armónicos con el entorno.
Marcelo Santana se abrió también a la posibilidad de que Puerto Tranquilo sea un lugar que redistribuya el turismo a otros territorios aledaños. “Si no somos capaces de invitar desde ahí a que la gente vaya a Puerto Guadal, a Puerto Sánchez, a Bahía Murta, estamos perdiendo un centro de concentración de turistas importante, me parece una muy buena idea que haya un espacio como de convergencia de los atractivos de toda la zona”, por lo cual se podría contemplar el levantamiento de una oficina de información de toda la cuenca.
En este sentido, desde la Cámara de Turismo de la localidad expresaron luego de una asamblea del 1 de mayo que “no debiera haber puestos de venta en el nuevo proyecto costanera, sólo una o dos oficinas de turismo que se encarguen de orientar, indicar, informar a los viajeros y cada empresa debiera estar ubicada en sus propiedades en el poblado”.
La costanera
En la ocasión funcionarios de la DOP explicaron el estado en que se encuentra la iniciativa de nueva costanera, la cual está en diseño y levantando observaciones para su recomendación técnica. Esto debiera estar listo fines de año, luego de lo cual se elaborarán las bases de licitación para el concurso público que permita su materialización.
En concreto, se calculan en un máximo tres años para la entrega definitiva de las obras de la localidad.

Comentarios
Publicar un comentario